Estas mantas refrigerantes para perros están rellenas de un gel no toxico. Cuanto nuestro perro se tumba en la alfombra las moléculas de gel se rompen y absorben el calor corporal del perro y lo disipan. Se estima que puede bajar la temperatura entre 5 y 10 grados.
Una vez pasadas unas horas la manta ya no enfriará por que todas las moléculas de gel se habrán disipado. Para poder utilizarla de nuevo y que vuelva a enfriar nosotros no tendremos que hacer nada, simplemente con que el perro no esté tumbado en ella servirá para que el gel se recomponga (unos 15-20 minutos) y pueda enfriar de nuevo.
Si es aconsejable mantener la alfombra refrescante para perros en lugares sombríos para que no absorban el calor del sol por ejemplo y que su efecto no se vea reducido.
Aunque el gel que contienen las alfombras refrescantes no sea toxico para los perros, no debe verla como un juguete. Deberás supervisarlo sobre todo si tu perro tiende a mordisquearlo todo o si tienes un cachorro.